Lisa era pura energía, Fran hombre de poca fe.
Lisa era la luz del día y Fran puro anochecer
y en medio de ningún sitio, de la llanura infinita
por donde no paso el tren, allí cruzaron sus vidas.
Y se morían por dentro como el calor mata el hielo
y derramaban sus besos sobre la piel de los dos
y en cada noche de amor, sus vidas iban más lejos
hasta llegar a alcanzar con sus dos manos el cielo.
Lisa y Fran son un volcán de fe ciega por su amor
y un volcán fuimos tú y yo
Prometieron no decirse el uno al otro te quiero
por si había que marchar que aquello doliera menos
pero llegado el momento les fue imposible no hacerlo
y Lisa rompió a llorar cuando Fran dijo no puedo.
Lisa y Fran son un volcán de fe ciega por su amor
y un volcán fuimos tú y yo
Corazones machacados que sus vidas descruzaron
nunca sabes en que esquina tienes que torcer.
Fran hoy ya no cree en nada sólo en su vieja guitarra.
Lisa hoy está casada pero aún llora cuando él canta.
Lisa y Fran fueron volcán de fe ciega por su amor
y un volcán fuimos tú y yo.
Y un volcán como tú y yo.